Playa de Cacimbinha
Caminar por una playa perfecta y prácticamente solitaria es uno de los auténticos “Placeres de América Latina”. Hace unas semanas disfruté de esta experiencia en Pipa, en el estado de Rio Grande do Norte.
La playa Cacimbinhas, donde estaba nuestra Pousada, tiene su acceso por una escalera de 160 peldaños que baja por una pared roja hasta la arena dorada, donde las tortugas, por las noches cuando el calor amaina, anidan bajo el cuidado del proyecto Tamar, que marca cuidadosamente sus nidos para protegerlos de los pocos caminantes que durante el día disfrutan de la soledad de esta playa.
En Pipa es necesario saber la tabla de mareas, el paso de una playa a otra en varios casos tiene que hacerse con la marea baja y si bien Cacimbinhas, Madeiros, Praia do Centro y la playa Do Amor tienen escaleras para poder acceder, a la Bahía dos Golfinhos sólo es posible acceder caminando desde Madeiros o Centro cuando la marea baja deja a la vista la arena entre las rocas.
Playa de Madeiros
Madeiros, playa que sigue a Cacimbinhas, tiene unas olas perfectas para iniciarse en el surf, relajarse, dejarse llevar y tomarse unas caipirinhas, jugos, camarones o queso a la brasa y las otras cosas que podemos encontrar en muchas playas de Brasil, pero ojo, no hay baño en ninguno de los chiringuitos playeros, no está permitido.
Playa Golfinhos
Golfinhos es la casa de los delfines, con menos infraestructura que la anterior y un mar todavía más tranquilo, en esta playa los delfines saltan y nadan entre los bañistas, con toda la confianza del mundo, aparecen y desparecen…igual que los vendedores de ostras ambulantes que andan con su nevera portatil llena de ostras vivas y limones, y con un cuchillo para abrirlas y partir el limón.
Después de un día de playa, un rato de descanso en la Pousada y a prepararse para dar un paseo por el pueblito. Pipa es un pueblo de pescadores que como otros muchos ha sido conquistado por el turismo. Los primeros en llegar fueron surfistas, se empezó a correr la voz y hoy es un pueblo con muchas Pousadas y una calle principal llena de heladerías, pizzerías y tiendas con Havaianas y Bikinis colgados para tentar a los turistas que pasean por la tarde cuando ya se ha escondido el sol y las playas vuelven a pertenecer a las tortugas.
Para comer:
Aunque la gastronomía en Pipa es muy limitada, hay tres opciones que recomiendo: Camarão na Fazenda, con buena música en directo, un servicio muy bueno y camarones de buen tamaño con buenas recetas; la Pizzaria Dall’Italiano con las clásicas pizzas y pastas muy bien hechas; y la heladería Real de 14.
Para dormir:
Pousada Pipa Privilege: las mejores vistas, la ubicación perfecta para unas vacaciones tranquilas, a 3km aprox del pueblo, sobre la playa Cacimbinhas. La Casa Master, de 180m2 es perfecta para una familia.
